La Reina Consolación y el Huerfano

"Hoy es un día muy especial para la historia de la cristiandad, es por eso por lo que en Pasion por Utrera queremos regalar a todos nuestros lectores, un cuento basado en la navidad Utrerana, donde la Reina va buscando el merecedor de un valioso cofre. Esperemos que sea de vuestro agrado y Feliz Navidad."

Había una vez un gran reino en la campiña hispalense. Su reina, tenía un gran navío guardado para que el príncipe jugase todos los días con los campesinos y un pequeño cofre que llevaría la felicidad a todo el reino, de ese modo el pueblo iba todos los días para jugar con el infante y el barquito, mientras la reina guardaba el momento de entregar aquel cofre que en su día le regalaron unos magos de oriente.

Más de alguna vez un campesino que pasaba junto a ella para jugar con el príncipe intento robar el preciado juguete del niño por lo que la Reina nunca veía ocasión de regalar el cofre.

Viendo que ningún campesino que se acercaba por su palacio a jugar con el infante reunía las condiciones, decidió bajar al pueblo durante la navidad para conseguir un nuevo dueño para el preciado cofre. Pasaron un día, otro y otro… y la Reina Consolación no encontró a ningún campesino con las cualidades.

Viendo la preocupación de su madre por no encontrar a nadie antes de navidad, el príncipe fue a buscar por su cuenta, cargado con su barquito de juguete y el cofre que le había quitado a la reina. Fue buscando por todos los lados hasta que en la puerta de Santiago vio a un niño huérfano que bajo el frío de diciembre pedía algo para comer por lo que el príncipe no tuvo más que regalarle el barquito de oro con el que jugaba todos los días, pero el huérfano, lo rechazó porque sabía que era el juguete preferido del príncipe.
La reacción del huérfano impresionó al príncipe por lo que corriendo lo acompaño a Santa María donde estaba la Reina resguardándose del frio invierno y le contó lo que había hecho el niño ante la ofrenda del príncipe.

Consolación en un principio no entendía lo que le decía el infante pero viendo la pobreza y humildad del niño, le entregó el cofre. El huérfano tomó el cofre y lo abrió, y al instante comenzaron a salir del cofre todas las maravillas que se puedan imaginar pero el niño seguía siendo pobre.
Entonces la Reina se pregunto porque seguía siendo pobre si le había regalado el cofre de la felicidad, con el que todos los deseos se hacían realidad, fue cuando el pobre se acerco al príncipe y mirando a la Reina Consolación le dijo: “Yo no he pedido ser rico con dinero sino que Utrera sea rica en felicidad, por eso me ves tal y como soy.”

Al ver la contestación del niño la Reina le pidió encarecidamente que se fuera a vivir al palacio, así el príncipe tendría a alguien para jugar en el barquito de la Reina Consuelo, y así fue como lo hizo. Desde entonces, todos los campesinos que se dirigen al portentoso palacio mudéjar juegan con el Príncipe y el Huérfano mientras que la Reina Consolación cuida del pueblo mientras navega en el dorado barco por los limpios cielos de estrellas mudéjares de Utrera.

FELIZ NAVIDAD